¡Vuestra mala favorita escribe de nuevo! Vuelve mi columna de opinión #porellas.
Tengo cita en el dentista. Mientras espero, veo que el nivel de batería de mi teléfono ha bajado peligrosamente y resisto la tentación de abrir mi Instagram so pena de fundírmela toda y quedarme desconectada del mundo durante unas horas. Así que, con ese panorama, cojo una revista cualquiera del montón desordenado que cubre la mesa. La hojeo despreocupada y los ojos se me van hacia el anuncio de una conocida marca de depiladoras eléctricas. En él, una mujer con una piernas larguísimas y una piel “cero imperfecciones” me invita a dejar mis extremidades libres de pelos indeseados en un tiempo récord, incluso bajo el agua.
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